Quisimos romper la frontera habitual entre público y mesa de presentación, por lo que la lectura la realizamos sin ningún preámbulo de protocolo y simplemente, ayudados de unas pequeñas linternas de mano, comenzamos a dar vida a estas luciérnagas intermitentes, como una imagen conceptual de breves epifanías o del rastro tintineante que deja la inspiración en la configuración de cualquier código artístico. Parecía todo aquello una enorme mancha negra en donde voces y caras repartidas por el espacio desprendían tonalidades y poéticas sugerentes, cada una fiel a su estilo y arraigadas entre sí por el gusto de compartir la literatura de una forma lúdica y recreacional.
Agradecemos infinitamente a todos los que asistieron, por haberse lanzado junto con nosotros a este primer periplo; en especial a:
Rafa por la realización del cartel, su confianza en el proyecto y su indispensable gestión para poder conseguir el espacio de la calle Fe 10.
Rocío, por habernos apoyado con sus puntos de vista teatrales y de vocalización, y por habernos ayudado en la venta de bebidas en la barra.
Bolo, por su incansable esfuerzo en la difusión de la poesía y la confluencia de diálogos de poéticas y amistades en la médula de Lavapiés, y por habernos presentado al final de la lectura, con esa concisión lingüística y síntesis lúdica que acompañan siempre su discurso.
Antón, por haber creado con su música la atmósfera idónea previa a la lectura.
Al Recinto de las oficinas del periódico Diagonal, por las facilidades y por habernos brindado su hermoso espacio para esta presentación.
Finalmente, agradecer a todos ustedes, lectores-espectadores, por haber compartido con nosotros esta primera lectura. Estaremos encantados de recibirlos en cada uno de nuestras intervenciones.
Infinitamente agradecidos, “Lavarca Ebria” ( Sonia Bueno, Jorge “Coco” Serrano, Alberto Demarini, Carmen Moreno y Óscar Pirot)
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